MotoGP, Honda tiene otro problema.

Marca.

Honda está viviendo un momento crítico en su división deportiva. El proyecto de Fórmula 1 empieza a sacar brotes verdes después de una pretemporada desastrosa y un inicio de Mundial desesperante para los pilotos de McLaren. Siguen en la cola del campeonato esperando sus primeros puntos.
Sin embargo los problemas se multiplican en su departamento más glorioso en los últimos lustros, el de MotoGP, en este caso no por la moto, ni su motor, sino por los pilotos, que llegan al Gran Premio de España mermados físicamente y retrasados en el campeonato del mundo.
Las imágenes de Marc Márquez, lesionado en el meñique de la mano izquierda, y de Dani Pedrosa, operado de síndrome compartimental, con sendos brazos en cabestrillo, contrastan con la segunda juventud de Valentino Rossi, sólido líder del Mundial con 30 puntos de ventaja sobre el actual bicampeón.

Márquez correrá seguro, aunque sea infiltrado para aguantar el dolor. El meñique no es vital para la conducción en MotoGP, más allá del embrague en la salida, pero la molestia inevitable le perseguirá durante el gran premio. Salir de Jerez con menos puntos de desventaja sería un éxito para el español, que ya levantó una fractura de peroné el año pasado tres semanas antes de llegar a la primera carrera de Qatar, donde hizo la pole y ganó la carrera.
La incógnita reside en Dani Pedrosa, operado hace más de 20 días del síndrome compartimental que le trituró en Losail. El piloto, ya con el alta y sin los puntos, ha estado entrenándose y probándose. Está físicamente bien, pero será él y no el equipo quien tome la decisión de reaparecer en Jerez tras dos carreras ausente del Mundial en las que su sustituto, Aoyama, apenas ha aportado cinco puntos. Pedrosa, aún a medio gas, lo superaría sin despeinarse.
"Dani me dijo que volvería en Jerez, que no me preocupara", ha reconocido el jefe del equipo, Livio Suppo. "Será sometido a una prueba de esfuerzo y el plan es que corra, aunque Aoyama viajará por precaución".
Yamaha se frota las manos
El equipo HRC tiene previsto anunciar hoy por la tarde su dupla de pilotos, mientras que en el box de al lado, en Yamaha, se frotan las manos. La firma de los diapasones no se veía tan arriba desde 2013 y Rossi no se había visto en otra igual desde 2010.
Saben que tienen que aprovechar este momento para sumar los máximos puntos posibles, que Pedrosa, salvo sorpresa, tardará de nuevo en pelear por los podios y que tienen dos caballos de batalla contra, por ahora, uno.