FOXBOROUGH -- El propietario de los New England Patriots, Robert
Kraft, dio un giro de 180° respecto a su postura por el escándalo del
Deflategate que afecta a su franquicia, en lo concerniente a la sanción.
"Pese a que nuestra convicción de que no hubo adulteración de los
balones, era nuestra intención aceptar cualquier medida disciplinaria
impuesta por la liga", expresó Kraft en un comunicado emitido a través
del portal del equipo. "El castigo de hoy, sin embargo, excede por mucho
cualquier expectativa razonable. Estuvo basado completamente en
evidencia circunstancial en lugar de evidencia sólida o concluyente".
La semana pasada, cuando se publicó el reporte independiente
encargado al abogado Ted Wells en torno a la falta de presión de aire en
algunos de los balones utilizados por los Patriots en el Juego de
Campeonato de la AFC pasado, Kraft dijo que pese a estar en desacuerdo
con el informe, aceptaría cualquier castigo determinado por la liga.
El castigo llegó hoy y Kraft ya no se mostró tan dispuesto a
aceptarlo. Los Patriots fueron sancionados con una multa de un millón de
dólares y la pérdida de su selección de primera ronda del 2016, así
como su selección de cuarta ronda del 2017. Además, el mariscal de campo
Tom Brady fue suspendido por cuatro encuentros.
"Nos da una sensación de humildad el apoyo que han recibido los New
England Patriots de todo el mundo", continuó Kraft en el comunicado.
"Reconocemos las preocupaciones de los aficionados en torno a las
sanciones de la NFL y compartimos su decepción sobre el modo en que se
realizó esta investigación unilateral, así como el que se desechara la
evidencia científica apoyada por la Ley de gas Ideal en el reporte
final".
Brady apelará su sanción, reveló Don Yee, agente del pasador.
"Tom Brady cuenta con nuestro apoyo incondicional", finalizó Kraft,
quien junto al entrenador en jefe Bill Belichick fue exonerado en lo
personal de cualquier acusación en el reporte Wells. "Nuestra creencia
en él no ha cambiado".
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