SportsCenter, de ESPN, ha podido conocer la agenda de LeBron James entre partido y partido y es realmente espartana, además de estar meticulosamente organizada. El Rey se pone a punto con un plan específico que le permite aguantar en buenas condiciones los 47,3 minutos de media
que está disputando en estas finales. Aunque eso no impide que el
sobreesfuerzo le provoque calambres, como se vio al final del tercer
encuentro.
Antes de desayunar, pasa unos minutos calentando en una bicicleta estática.
Después de rehidrata y se entrena. Luego se da un baño de hielo antes
de someterse a un primer masaje y hacer estiramientos. Tras una sesión
de estimulación muscular, James se echa la siesta y al levantarse,
estiramientos especializados, otro masaje, más frío (crioterapia) y por fin, la cena. La pregunta es, ¿no come a mediodía? Así es LeBron, un profesional y una estrella.
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