Tras la exhibición del día anterior de Nibali, se esperaba la respuesta de Froome. Al líder del Sky ya se le había visto algo en este Dauphiné, pero parecía evidente que le quedaban muchas cartas en la manga. Y vaya si apareció, rematando el trabajo de un Sky que sacó el rodillo propio de otros años. Ganó la etapa con final en las rampas de La Bettex (Mont Blanc) y no se colocó como nuevo líder porque Van Garderen fue el único que siguió de cerca la exhibición, a 17 segundos en meta concretamente, para recuperar el amarillo.
La etapa, con seis puertos, cinco de ellos de primera, estuvo marcado
por las fugas. Hasta 26 ciclistas llegaron a estar en cabeza, de los
que Dani Navarro (Cofidis) y Castroviejo (Movistar) pusieron el protagonismo español
hasta el último puerto. Pero sus opciones de victoria eran mínimas, ya
que por detrás llegaban noticias de una locomotora a toda velocidad
comandada por el Sky.
Fue en la subida al Croix Fry, con aún 70 kilómetros por delante y
tres puertos más, cuando el equipo británico aceleró el ritmo hasta
ponerlo a un nivel sofocante. El grupo empezó a perder unidades, que
empezaron a ser de prestigio en las dos últimas subidas, casi enlazadas.
Nibali fue de los primeros ilustres que mostró debilidad, quizá pagando su exhibición del día anterior.
Ya en la última ascensión, sólo unos pocos eran capaces de aguantar
el ritmo que primero Kennaugh, y luego Poels, pusieron para un Froome
que parecía ir comodísimo. Todo lo contrario a rivales como Valverde y Bardet, que iban perdiendo contacto. A 3,5 de meta el del Sky ya no esperó más y lanzó un primer hachazo
que encontró la respuesta de Van Garderen, consciente de que cada metro
que aguantara con su rival le acercaría al maillot amarillo.
Tras aceptar en primer término la compañía, a 1,5 Froome decidió marcharse solo hacia la victoria de etapa y Van Garderen ya no reaccionó.
Sólo se preocupó em marcar su ritmo e intentar administrar los 37
segundos de ventaja con los que partía sobre el británico. Y logró su
objetivo, ya que sólo se dejó 17 en meta. Bastante menos que el resto de nombres importantes:
Purito llegó a 54", Bardet a 1:08, Talanskiy a 1:25, Rui Costa a 1:34,
Valverde a 2:02... y Nibali, a 3:58. La respuesta de Froome no sólo
llegó, sino que se convierte en serio aviso de cara al Tour.
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