CLEVELAND -- Los Cavaliers quedaron cortos en sus aspiraciones de
ganar el primer campeonato de su historia y el primero en cualquier
deporte profesional de los principales en Estados Unidos para la ciudad
de Cleveland en 51 años.
Cleveland perdió el Juego 6 de las Finales NBA ante los Golden State Warriors 105-97, en un partido que pudo ser peor de lo que el marcador manifiesta.
Desde el silbatazo inicial lucían como se suponía desde antes de
comenzar la serie por el campeonato, muy abajo del nivel de los
Warriors, el equipo que dominó la liga de punta a punta.
El patrón con el que los Cavaliers perdieron su tercer partido consecutivo en las Finales fue el mismo: Falta de ayuda para LeBron James
y muy poca efectividad en todos los aspectos, en especial a la
defensiva de los seis compañeros que jugaron junto a él cuando el
partido aún estaba en la línea.
El entrenador de los Cavaliers, David Blatt, perdió con su idea. Sin
ampliar la gama de jugadores en cantidad, calidad y variedad en los seis
partidos. “Este es un proceso. No despiertas una mañana, te caes de la
cama y esperas ganar un campeonato de la NBA”, dijo Blatt. “Es difícil
ganar partidos en esta liga. Siempre piensas que pudiste hacer algo
mejor. Pero estoy orgulloso de la situación en la que estuvimos. Nos
quedamos a dos triunfos de ganar las Finales NBA”.
La gran novedad de Matthew Dellavedova cuando reemplazó a Kyrie Irving quedó en el olvido, como sucedió en los últimos cuatro partidos.
El guardia australiano distó mucho de su mejor nivel defensivo este
martes en el Quicken Loan Arena, frente a los 20,562 aficionados, en su
inmensa mayoría de los Cavaliers.
Iman Shumpert fue una decepción total en el partido eliminatorio, como fue en toda la serie, de ambos lados de la duela.
J.R. Smith,
quien fue el mayor protagonista de una muy limitada banca, pasó casi
desapercibido y tardó más de cuatro periodos combinados entre los dos
últimos encuentros en anotar su siguiente punto, después de los 14 que
marcó en la primera mitad del Juego 4.
El centro Timofey Mozgov
anduvo perdido a la defensiva cada vez que salió del área pintada, en
especial en el primer periodo, cuando el Jugador Más Valioso de las
Finales, Andrew Iguodala, hizo lo que quiso con él.
Obviamente, nos hubiera encantado llegar a la serie con equipo
completo”, dijo Blatt. “Me siento mal por Kevin (Love) y Kyrie (Irving)
porque hicieron mucho en el curso de la temporada para ayudarnos a
llegar aquí. Obviamente tenerlos en la serie hubiera sido
significativo”. “Pero nunca pedimos compasión cuando se lastimaron”,
agregó. “Los Warriors fueron mejores. Mis muchachos sanarán y
regresaremos la próxima temporada”.
En general, los Cavaliers atinaron apenas 39 por ciento de sus
disparos. Y a pesar de que James se quedó a una asistencia de un
histórico triple doble por tercera ocasión en las Finales, su
efectividad desde el campo dejó mucho que desear.
Encestó 13 de 33 intentos, demasiados pero el reflejo de la
impotencia que quizá sintió cuando vio que el resto de sus compañeros
simplemente no encontraban el camino.
“Es evidente la clase de jugador espectacular que es LeBron”,
mencionó Blatt. “Pero también se ha convertido en un líder de su equipo y
en un muchacho que acepta su responsabilidad en términos de su rol con
el equipo y de concepto de lo que queremos hacer”.
“Lideró al equipo e hizo cualquier intento para que esto funcionara”, agregó. “Debe sentirse orgullo de lo que logró”.
Ahora los Cavaliers están 0-2 en Finales NBA; James 2-4 y la ciudad
de Cleveland tendrá que seguir esperando en los años por venir la
oportunidad de ganar un campeonato del deporte profesional ya sea en
basquetbol, beisbol o futbol americano de la NFL.
“Cuando pierdes las Finales es decepcionante”, dijo James, quien
perdió su segunda serie de campeonato con los Cavaliers. “No importa si
estoy jugando en Miami, Cleveland o Marte”.
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