Río de Janeiro -- A un año de la ceremonia inaugural de sus Juegos
Olímpicos, el 5 de agosto de 2016, Río de Janeiro está con todas las
obras a tiempo, sin preocupaciones con el cronograma, pero con la gran
duda de si cumplirá la meta que se impuso de descontaminación de la
Bahía de Guanabara.
La cuenta regresiva de un año
será conmemorada mañana en una ceremonia que contará con la presencia de
la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y del presidente del Comité
Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, que podrán ser testigos de
los avances en las obras del Parque Olímpico.
"La
ciudad está caminando muy bien, las obras marchan muy bien. Hay mucha
cosa que será entregada mucho tiempo antes del plazo estipulado por el
COI", comentó a Efe el secretario de Turismo de Río de Janeiro, Antonio
Pedro Figueira de Mello.
El secretario resumió que
la organización de las justas pasa por "un momento de celebración" por
estar con "las cosas andando, sin muchas polémicas, sin atrasos, sin
costos extrapolados, todo dentro del plazo y realmente haciendo un
cambio en la ciudad",
La única polémica actualmente
es el avance de los proyectos de descontaminación de la Bahía de
Guanabara, que baña la zona norte de Río de Janeiro y en la que se
disputarán las competiciones de vela, que es la mayor preocupación de
las autoridades locales y del COI.
Las autoridades
regionales se comprometieron en 2009 a tratar el 80 % de las aguas
residuales que son vertidas en esta bahía, pero hasta ahora tan sólo han
conseguido limpiar un 49 % y admiten que difícilmente cumplirán el
compromiso asumido ante el COI.
"Nos equivocamos (en
los proyectos de descontaminación anteriores). No podemos seguir
equivocándonos. Tan sólo vamos a divulgar una meta cuando realicemos los
estudios necesarios", dijo el lunes el gobernador de Río de Janeiro,
Luiz Fernando Pezao.
La afirmación del gobernador
fue en el acto de firma de un acuerdo que prevé medidas para garantizar
la limpieza de la bahía en los próximos veinte años.
Numerosos
regatistas de todo el mundo, incluso brasileños, han criticado el mal
estado de las aguas y la contaminación en la Bahía de Guanabara y se han
quejado de las dificultades que enfrentan al tener que desviar basuras
que encuentran flotando en el mar.
La preocupación
con la descontaminación de la bahía aumentó la semana pasada con la
divulgación de informes según los cuales el alto grado de contaminación
es una grave amenaza para la salud de los propios regatistas dado los
elevados índices de virus, bacterias y otros microorganismos.
"La
situación en Río está como siempre: mucho progreso pero sin tiempo a
perder. Sobre la limpieza de la bahía, fuimos informados de las medidas
que han sido adoptadas y de las que serán aplicadas en el último año
antes de los Olímpicos justamente para garantizar la seguridad y la
salud de los atletas", dijo Bach en Kuala Lampur.
Pero
si la descontaminación de la bahía no es perceptible a la vista, las
obras e instalaciones que Río construye para los primeros Olímpicos
sudamericanos ya tienen cara.
La ciudad más
emblemática de Brasil convive actualmente con un sinnúmero de obras en
diferentes barrios pero en algunos de los grandes complejos diseñados
para los Olímpicos ya es posible ver, en medio de grúas y tierra
devastada, estructuras finalizadas, estadios con cobertura y
edificaciones con fachadas definitivas.
Tres de los
cuatro sistemas de vías exclusivas para autobuses prometidos para Río
2016 están funcionando y gran parte de los 16 kilómetros de túneles para
la nueva línea del metro ya fue excavada.
El
proyecto de revitalización del puerto de Río es una realidad a medias
con el Museo de Arte de Río operando hace varios meses, el Acuario
prácticamente concluido, el Museo del Mañana en obras finales y los
túneles que permitirán convertir todas las vías en peatonales ya
inaugurados.
De los tres grandes conjuntos de obras
para los Olímpicos, el Parque Olímpico, el Parque Radical y la Villa
Olímpica, ésta última es la más adelantada, con casi el 90 % de las
obras concluidas de sus 3.604 apartamentos en 31 edificaciones.
Según los datos suministrados a Efe por el Comité Organizador, el Parque Olímpico tiene el 86 % de su infraestructura concluida.
El
Parque Olímpico, en un área de 1,18 millones de metros cuadrados y que
concentrará las instalaciones para 16 modalidades deportivas, cuenta con
tres arenas, estadio acuático, complejo de tenis, velódromo, un hotel y
las edificaciones que albergarán el Centro de Prensa y el Centro de
Transmisión.
Y el Parque Radical, en el barrio de
Deodoro y cuyas obras comenzaron atrasadas, tiene desde el 69 % de la
infraestructura concluida para el piragüismo en slalom hasta el 32 % del
Centro de Deportes Acuáticos.
El Parque Radical
concentrará once modalidades olímpicas y al final del evento se
convertirá en el segundo mayor parque público de Río de Janeiro, con
500.000 metros cuadrados.
"Con el avance de las
obras, Río de Janeiro demuestra que puede trabajar dentro de los plazos y
presupuestos, a diferencia de lo ocurrido en el Mundial, y entregar
unos Olímpicos más baratos que los de Londres y con fuerte participación
de la iniciativa privada", afirmó Figueira de Mello.
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