MÉXICO - Hace 75 años debutó el que la mayoría en el boxeo,
incluidos personajes como Joe Louis, Muhammad Ali y Sugar Ray Leonard,
consideraron como el más grande peleador de todos los tiempos: Walker
Smith... o, mejor dicho, Sugar Ray Robinson.
Hombre
apasionado del baile y buen bailarín, con el mejor juego de piernas
visto el siglo pasado, veloz, amante del buen boxeo, la esencia misma
del boxeo, campeón del mundo, Robinson fue inspiración de muchos y un
terror para otros.
Debutó el 4 de octubre de 1940 en el Madison
Square Garden, vaya dupla. Noqueó a Joe Echevarría y seis años después
logró su primer campeonato, el de peso welter, mismo que defendió en
cuatro ocasiones hasta que lo dejó vacante para encontrar nuevos retos.
Su
primera derrota, después de 40 peleas invicto, fue ante Jake LaMotta,
el 'Toro Salvaje', con quien protagonizó nada más y nada menos que una
serie de seis peleas. Contra LaMotta, otro Salón de la Fama, tuvo saldo
de cinco triunfos y una derrota.
Enfrentó a todo lo mejor de su
época. Combatió hasta 1965 y se retiró con marca de 173 victorias
-aunque hay quien dice que fueron 175-, 19 reveses, seis empates y 108
nocauts. Entre sus grandes rivales, además de LaMotta, figuraron Kid
Gavilán, Randolph Turpin, Rocky Graziano, Henry Armstrong, Gene Fullmer y
Carmen Basilio. Enfrentó a 18 campeones del mundo.
"En una
carrera que se extendió por tres décadas, Sugar Ray Robinson encarnó la
esencia de la dulce ciencia. Fue campeón welter y ostento por cinco
veces el campeonato mediano. Robinson combinó la gracia de un atleta y
una potencia excelente y fue casi imbatible en su mejor momento.
"Considerado
por muchos como el mejor peleador en la historia, libra por libra. Se
ganó su apodo, 'Sugar', cuando un periódico lo describió tanto 'dulce
como el azúcar'", se lee en su biografía del Salón de la Fama del Boxeo
Internacional en Canastota, Nueva York.
Medios como ESPN, The Ring
y la agencia AP le reconocieron como el mejor peleador de todos los
tiempos y del siglo XX. Ali alguna vez mencionó que Robinson fue para él
un rey, maestro e ídolo. Fue dos veces el mejor peleador del año, en
1942 y 1951.
Fue el primer peleador que comenzó a llevar infinidad
de gente a sus campamentos. A su entrenamiento se le sumaban por
decenas y tras retirarse provisionalmente en 1952 para dedicarse a su
más grande pasión, el baile, se le acabó todo el dinero que había hecho
boxeando y tuvo que regresar a calzarse los guantes para una etapa no
tan sólida pero brillante de su carrera.
Falleció a la edad de 67 años, un 12 de abril de 1989. espn
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