Los Atlanta Hawks agonizan y eso que la serie final de la Conferencia Este apenas comienza.
Los Hawks salieron de su casa con dos descalabros en igual número de partidos ante los Cleveland Cavaliers en la serie a ganar cuatro de siete encuentros.
Es decir, los Cavaliers están a medio camino de las Finales NBA y ni
siquiera han tenido que lamentar que su equipo adolece en el físico de Kyrie Irving o que Kevin Love es un aficionado más en la arena.
Cleveland dominó con claridad todos los aspectos del juego con otra gran actuación del mejor jugador del planeta, LeBron James,
quien se quedó a un rebote un triple doble y en realidad no ha
necesitado emplearse a fondo y ha tenido que cubrir posiciones que por
lo general no juega.
James anotó 30 puntos y 11 asistencias para ser responsable del 64 por ciento de la ofensiva de sus Cavaliers.
Fue un soberbio partido de James, quien llegó a 74 partidos de postemporada con al menos 30 unidades, sólo atrás de Michael Jordan (109), Kobe Bryant (88) y Kareem Abdul-Jabbar (75).
Los Hawks parecen quedarles chicos a James y al resto de los
Cavaliers, cuyo entrenador, David Blatt, decidió poco antes del partido
mejor darle descanso a su movedor de bola.
"Es un gran jugador de basquetbol, probablemente más grande de
cualquier cosa que pueda decir", dijo Blatt. "LeBron puede hacer casi
cualquier cosa en la cancha. Pero su madurez ayuda a que además sepa
cómo ayudar a que sus compañeros eleven su juego".
Los Hawks, ese mismo equipo que ganó 60 partidos y puso la mejor
marca de la conferencia, parecen desarmados por completo, física, mental
y basquetbolísticamente.
Es imposible creer que aún podrán competir por el boleto a las
finales, cuando la serie acaba de dejar Atlanta para apenas jugar el
domingo su primer partido de la serie allá y con los Cavaliers ya con
cinco oportunidades para ganar dos y avanzar a las Finales.
Los Hawks permitieron 12 triples en 30 intentos por parte de
Cleveland; 43 por ciento de efectividad en sus disparos de campo y
enviaron 11 veces James a la línea de calidad.
Así es difícil vencer a un equipo en el que todos los titulares, salvo el centro Tristan Thompson, estuvieron en dobles dígitos ofensivos, y que marcó 30 puntos en el tercer periodo.
"Parte de lo que está haciendo bien tiene que ver con la manera
apropiada en que sus compañeros le responden", dijo el entrenador Blatt
en referencia a James. "Su grandeza es evidente, pero el resto de los
muchachos lo están completando".
"LeBron cree en sus compañeros", agregó. "Ellos sienten eso y los ayuda a ser disparadores más efectivos".
Es probable que los Hawks ya no vean a Irving por el resto de una
serie a la que están a medio camino de ganar y en la que Cleveland es
probable que ya comience a pensar en el siguiente compromiso, el que
podría darles el primer campeonato de su historia.
Más complicado aún para Atlanta cuando DeMarre Carroll,
quizá su mejor defensivo sufre tanto de la rodilla izquierda, que
apenas minutos antes del Juego 2 confirmaron su participación.
James aprovechó la disminución física de Caroll para anotar 12 puntos cuando estuvo frente a él y seis asistencias.
"En este momento en realidad más allá de los números es completar el
trabajo", dijo James. "Vine a Cleveland para tratar de ganar un
campeonato y estamos un paso más cerca".
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