Una mañana llena de rachas de viento compuso un perfecto 'anticlimax', hasta el punto de que el cuadro femenino del Madrid Open se vio desmochado de sus grandes estrellas y se quedó sin la final soñada entre Serena Williams y Maria Sharapova, ambas apeadas sin más remedio. Primero, Sharapova, vigente campeona en Madrid y actual número tres del mundo, cayó por 6-2 y 6-4 ante su compatriota rusa Svetlana Kuznetsova,
con quien Maria no guarda la mejor de las relaciones. Sharapova traía
ventaja de 8-4 en el 'cara a cara' individual... pero nunca se había
cruzado con Kuznetsova en pista de tierra. Y... "Era la primera vez que
jugábamos sobre tierra batida, hacía viento y sobre tierra y en esta
altitud, el efecto 'topspin' que trae la bola de Sveta se alza mucho
más. Para mí era algo muy difícil de controlar", explicó Sharapova, que
dio una respuesta políticamente correcta a una pregunta sobre su vida
privada y su relación con Grigor Dimitrov: "Todos mis días son
maravillosamente buenos, muchas gracias".
Y de inmediato tocó el turno a Serena Williams de ceder ante la zurda checa Petra Kvitova
su primera derrota en 2015 sobre una pista de tenis. Hasta hoy, Serena,
número uno mundial por aplastamiento, había ganado 24 partidos: todos
los jugados desde que empezó el año, con una sola derrota ante Simona
Halep en Indian Wells: pero fue por incomparecencia. El tenis de la
zurda Kvitova, repleto de efectos enroscados y de bolas cortadas, todo
mezclado con golpes planos de ataque, hizo estragos en el sistema de
juego directo de Serena, que ha vivido un torneo lleno de
irregularidades (con muchos morritos, bastantes veces) y que en octavos
ya salvó tres puntos de partido adversos ante la bielorrusa Azarenka.
"Hoy no era yo, no era Serena. Estoy completamente exhausta, la
preparación para estos torneos me ha llevado al límite y aunque voy a ir
a Roma, necesito recuperar la confianza en mí misma", argumentaría Williams después de caer eliminada.
Hija del vicealcalde de Praga, Kvitova, dos veces
campeona en Wimbledon (2011,14) ya había firmado título en Madrid en
2011. "La clave en tierra son los ángulos y la movilidad; y yo me estoy
adaptando cada vez más a todo eso" había observado antes del torneo la
actual campeona de Wimbledon... que en el Madrid Open de 2014 ya había
batido a Serena en cuartos en la Caja Mágica, aunque fuese por otra
incomparecencia de la americana: una lesión de Williams en la pierna
izquierda, concretamente.
Hasta este viernes de viento y sorpresas, Serena había ganado a
Kvitova las cinco veces que se habían medido... pero ninguna de ellas en
tierra. De súbito, una Kvitova muy afinada, a la que se le notan las
horas de 'fitness', empezó a castigar la limitada movilidad de Serena
con tiros repletos de efectos cortados, envenenados con los ángulos que
saben encontrar los zurdos. Incómoda, Serena dejó escapar el primer set
en un 'plis plas': 2-6. Kvitova había hallado la brecha en el bilindaje
de la número uno y en el segundo set demarró hasta un 5-1 ya casi
inapelable. Serena aún recortó hasta el 3-5 (y 30/0), pero Kvitova
sentenció el partido al resto... y al ataque: en 73 minutos todo acabó
6-2 y 6-3 para la checa, que mañana chocará con Kuznetsova en la final
femenina entre las dos semifinales masculinas dentro del 'Super Saturday'
de la Caja Mágica. "Será todo un gran reto para mí, pero después de un
triunfo como este, una tiene que tener confianza en que es capaz de
poder hacerlo todo", previene la feliz Kvitova. ¿Incluso de ganar el
tercer Wimbledon...?
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