—De nuevo en la Final Four, la decimocuarta de su carrera, confiese, ¿cuál es su secreto?
—La fórmula es trabajar duro y lograr que en el equipo todos vayan en
la misma dirección. Lo más importante siempre son los jugadores, pero
necesitas hacer cosas para que solo piensen en el baloncesto, y en
trabajar. Este es el secreto, si lo hay.
—Dirigirá al Fenerbahçe en el estreno del club en una Final
Four frente a un Madrid que ganó su último título con usted en el
banquillo hace justo 20 años. Parece de guión.
—Es la vida. Estoy feliz de volver a Madrid, a una ciudad maravillosa
donde pasé tres años fantásticos, pero no iré de turismo. Nos espera un
equipo de enorme calidad. Será difícil pero bonito con toda la afición
madridista presente.
—¿En algún momento pensó que con el Fenerbahçe no lo iba a conseguir?
—Nunca. Acepté venir a este club porque vi en él la misma ambición
que yo he tenido durante toda mi carrera. Pero sí, el reto era difícil.
Cuando llegué a Estambul, el Fenerbahçe venía de haber ganado siete
partidos de 24: 17 derrotas. El año pasado ya ganamos 14 y en este hemos
conseguido formar un muy buen equipo yendo partido a partido.
¿Resultado? 22-5. Empezamos el Top-16 perdiendo en casa con el
Olympiacos y el CSKA, pero les dije a mis jugadores que nada había
terminado aún.
—¿Se parece en algo Pablo Laso a usted?
—No lo sé, pero entrené a Pablo Laso dos temporadas (1995-97) y puedo
decir que era muy inteligente, ya entonces lo sabía todo del
baloncesto. No me ha sorprendido nada su trayectoria en el Madrid, sus
logros, porque lo está haciendo realmente bien, pero que muy bien.
—En un club difícil, además.
—Sí, lo sé. Recuerdo con orgullo mi etapa, era joven, pero lo viví...
Aunque hablábamos de Pablo, de que ha sabido mantener a los jugadores
importantes y construir un núcleo principal con el que lleva
prácticamente cuatro años. Y cuando digo esto, digo Llull, Sergio
Rodríguez, Rudy, Reyes… Carroll. Ha hecho un trabajo fantástico.
—El Madrid de los contraataques ha mejorado mucho en defensa,
pero siempre hay puntos débiles. ¿Cree que con Nemanja Bjelica y Vesely
puede hacerle especial daño?
—No lo sé, pero se habla mucho del Madrid como un equipo de
contraataque, ofensivo y tal, pero es una trampa. ¿Por qué? Porque para
jugar a correr tienes que defender, y el Madrid lo hace muy bien. Cambia
defensas, sabe jugar en medio campo, tiene una estructura organizada.
Puede jugar con dos hombres grandes, con cuatro pequeños, con dos bases…
Muchas variantes, recursos enormes. Tiene calidad individual, pero
también tiene calidad como equipo, se ve que está muy bien trabajado.
—Al Fenerbahçe le falta experiencia y al Madrid le puede afectar la presión de jugar en casa, ¿qué pesará más?
—La gente siempre hablará a posteriori, eso es ley. Pero sé que a
cualquier entrenador y a cualquier jugador le encanta jugar en casa, en
una pista en la que conoces cada esquina. Para mí siempre es una
ventaja.
—Si dirigiera al Madrid, ¿cómo reduciría esa presión?
—Siempre intento quitársela a mis jugadores, es verdad, aunque a veces no es malo sentirla un poco. Te ayuda a estar listo.
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