Feliciano López, prodigio de salud y buena suerte, juega en el US
Open su 55º Grand Slam seguido. Desde Roland Garros 2002 no se ha
perdido ni uno. Pero nunca ha franqueado la frontera de los cuartos de
final, que ha alcanzado por tres veces en su carrera en Wimbledon, su
torneo fetiche.
“Cuando tienes esta edad (cumple 34 años el día 20), aprecias mucho
más esto. Es una gran sensación estar jugando a este nivel a estas
alturas de mi carrera”, advierte el toledano, 19º del mundo y que el año
pasado alcanzó el ránking más alto de siempre (14º).
Pero en la frontera para asaltar las semifinales en la Gran Manzana
espera Novak Djokovic (03:00 h.). El cara a cara (5-0 para el serbio) no
invita al optimismo. Pero a Nole le costó 3h:03 doblegar a Roberto
Bautista (6-3, 4-6, 6-4 y 6-3), y se le vio reventar una raqueta tras
perder el segundo set. Feliciano llega sin presión.
“Estar en los cuartos del US Open es algo grande y sólo tengo que
intentar dar lo mejor, aprovechar mis oportunidades y disfrutar de este
partido en la pista más grande del mundo ante el mejor del mundo”,
anticipa Feliciano, que este curso ha derrotado a tres top-ten:
Nishikori, Raonic en tres ocasiones (la última en Nueva York), y a Rafa
Nadal en el reciente Masters 1.000 de Cincinnati.
Feliciano, que pasó por la vicaría en julio mientras España
naufragaba en Vladivostok, tiene claro lo que debe hacer ante Djokovic:
“Ser agresivo. No hay manera de ganarle desde el fondo”. A Fognini le
dio un repaso así subiendo 47 veces a la red. La última frontera sólo se
derribará con un ataque decidido y rápido. Con convencimiento.
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