Don Mattingly, vive su quinta temporada como manager de los Dodgers
de Los Angeles, pero nunca podrá borrar su pasado como inicialista de
los Mulos de Manhattan, ni quitar de su pasado, como jugador, el
sobrenombre de ’Donny Beisbol.’
Mattingly, tampoco podrá olvidar a Yogi Berra, su manager con los
Yanquis en 1984 y 1985 y uno de los mentores que influenciaron su
estilo, como manager, según sus propias palabras.
“Fue una gran persona. Y a pesar de que es triste que se nos haya
ido, es impresionante toda la reacción que he podido ver a lo largo de
todo el día. Por ejemplo, esta mañana, mientras ponía gas a mi auto, en
la pantalla de la bomba de gasolina, ahí también estaba Yogi,” empezó a
desgranar, Mattingly, evocando a su mentor, quien falleció a los 90 años
de edad, este martes en la noche.
“Y siento que la mayoría de la gente ha entendido perfectamente todo
lo que significó Yogi Berra, quien a pesar de haber sido un jugador
grandioso, lo mejor de él, fue cómo era como persona. Fue un tipo
tremendo, que trataba bien a todo mundo, humilde, sincero, cándido, eso
es lo que verdaderamente lo definía a él. Por eso, tocó las vidas de
muchas personas.”
“Lo conocí en 1981, en el equipo de Nashville, Clase Doble-A. Durante
la huelga, enviaron a los instructores y managers a Nashville y él no
era como un bigleaguer que llegaba a ligas menores, viendo hacia abajo.
Era Yogi Berra, que alternaba con nosotros, estaba junto nosotros, en
todo lo que hacíamos.”
“Me encantó jugar bajo sus órdenes. Y muchas de las cosas que hago y
que siento en el beisbol, se deben a la influencia de Yogi. Era un
manager que cuando tenías un juego en que bateabas 4 de 4, o 0-4, él
siempre era el mismo, llegaba y te saludaba de igual forma.”
ALGUNAS ANECDOTAS
“Una de las experiencias que tuve, en lo personal, con él, ocurrió
durante los entrenamientos primaverales, antes de que yo asumiera como
instructor, a tiempo completo. Yo estaba asignado para que siguiera a un
joven primera base que iba en ascenso. Estuvimos en el campo, como
hasta la una de la tarde. Luego, vimos cómo Yogi, a las 5 de la tarde,
seguía todavía sentado ahí, en el campo de juego.”
“Fui y le pregunté: Yogi, ¿has estado aquí todo el día?”
“Y su respuesta fue: Si me hubiese ido al hotel, hubiera estado ahí todo el día, también.”
Luego Mattingly contó otra:
“En aquel juego, el lanzador en turno tuvo un pésimo inicio. El primer bateador, disparó un doble, al primer lanzamiento.”
“El segundo en el órden, también, al primer lanzamiento, la sacó de cuadrangular.”
“Vino el manager y le pregunto al receptor, Yogi Berra, ¿Cómo está lanzando?”
“No lo sé, todavía no he podido recibir un solo lanzamiento.”
MAS CONCEPTOS
“Siempre trató a todo mundo con respeto, desde el más chiquito, hasta el más grande.”
“No creo que ha existido una persona que habiendo conocido a Yogi, que diga que no le caía bien.”
“Cuando llegúe a los Dodgers, el número 23 estaba tomado y cuando me
ofrecieron dármelo, preferí utilizar el número 8 de Yogi. Porque él,
todo lo que tocó, lo convirtió en oro y eso es lo que yo venía buscando.
Hoy, en honor de Yogi, utilizaré la camiseta número 8 de él.”
“La última vez que hablé con él, fue hace como mes y medio. Se le
esccuchaba bien, aunque me habían informado que su salud ya no era tan
buena.”
“Desde la muerte de Carmen, su esposa, él vino a menos notablemente.
El y Carmen eran inseparables. Cuando uno pensaba en Yogi, no podía
dejar de pensar en Carmen y su muerte, definitivamente, le afectó.”
¿Te daba consejos como manager?
“No, pero siempre estaba al tanto de cómo me estaba yendo. Cada vez
que hablábamos, me comentaba de los Dodgers, sabía cómo me iba por acá.”
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