BEREA -- Los Cleveland Browns están manejando a Johnny Manziel con la sutileza de unos guantes infantiles.
Mientras mantienen la cautela sobre las tres semanas de trabajo de
Manziel en temporada baja, no están inflando expectativas ni
especulando. Han dicho públicamente que tomarán "pasos de bebé" con él,
algo que sería apropiado para una persona que recientemente terminó 10
semanas de rehabilitación en una clínica.
En privado, los Browns deben confiar en una transformación de Manziel
que los acerque más al chico popular que reclutaron, y los aleje del
muchacho que dejó tantas preguntas después de su temporada de novato.
Y deben confiar en que Manziel muestre algo durante el campamento de
entrenamiento, porque si Manziel termina esa etapa pisando los talones
de Josh McCown, tendrá mayor sentido que jueguen al mariscal más joven:
Manziel.
McCown es un veterano de 35 años que ofrece experiencia y liderazgo, y
el derecho de ser N° 1 de cara al campamento. Pero no te brinda algo
para que cualquier equipo (aparte de los Browns) deba levantarse y
asegurar que debe ser su titular.
El coordinador ofensivo John DeFilippo admitió este sábado que estuvo
muy involucrado con la firma de McCown y dijo que el jugador nunca
había estado tan cómodo con un equipo o sistema que le quite presión al
correr el ovoide.
Quizás eso ayude.
El problema es que su historial indica lo contrario.
A su edad y con 12 años de experiencia --era un agente libre que
cumplirá 36 años el 4 de julio-- McCown es, como se dice en la NFL, lo
que es. ¿Qué significa eso? Un suplente perfecto que puede entrar y
defender el fuerte durante unos pocos juegos.
Manziel, por otro lado, es un ex recluta de primera ronda con logros colegiales y habilidades emocionantes.
Si su situación personal es estable y se dedica a ser un profesional,
le dará a los Browns la ansiada posibilidad de competir en la
temporada. Su camino será difícil. Habrá retos y debe mostrar, en el
nivel más básico, que puede jugar en la NFL; algo que resulta muy
incierto dado el tratamiento que le dieron los Cincinnati Bengals la
temporada pasada.
Pero la probabilidad existe.
Elogiar a Manziel por cumplir con su deber en la temporada baja
parece algo exagerado. Excepto que Manziel tiene un historial reciente
de indisciplina, así que cada paso es un paso más. Y con Manziel, cada
paso importa más que con Joe Thomas o Joe Haden. Pero como ha señalado
Thomas, los pasos de temporada baja importan mucho menos que los de
campaña regular.
Al cabo de 11 juegos de la temporada pasada, los Browns no tenían una
razón para meter a Manziel más allá de la impaciencia. Después de 13,
fueron con la decisión de lanzar a un muchacho que claramente no estaba
listo. Un equipo que inició 7-4 y competía por los playoffs, saboteó su
temporada por su propia impaciencia y dudas.
Pero eso fue el año pasado.
Esta campaña, tienen a un mariscal de campo dirigido al noveno hoyo y
otro en el segundo, el que arruinó su salida y envió la pelota al
bosque y al agua en el primero.
Los Browns pueden decir que McCown será el titular en las actividades
organizadas por el club y en el inicio del campamento, porque así debe
ser. Las competencias de mariscales de campo, como ha dicho el coach de
los Bengals, Marvin Lewis, y los Browns han comprobado, nunca funcionan.
Pero los Browns nunca han descartado que Manziel se gane el puesto. Esa puerta siempre estará abierta.
Los mejores juegan. Si McCown es el mejor o si Manziel no se ve
preparado, entonces irán con McCown, pero si Manziel se cuida personal y
profesionalmente, y si lanza un rayo de esperanza en el campamento, él
debe iniciar. Y los Browns deben quedarse con él.
Otro año de incertidumbre es otro año de retraso en busca del
mariscal de campo. Los Browns deben descubrir al Señor Fútbol Americano
para planear hacia el futuro.
A dónde llegarán los Browns con McCown es casi una certeza. A dónde podrían llegar con Manziel no lo es.
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